viernes, 24 de septiembre de 2010

Desconocimiento Concertado. 24-09-2010


Desconozco por qué ayer, fui sensato en tu dormir

Adecúo sin saber, que receta es la verdad

Imagino que si surge, el secreto está de más

Y si despiertas como nunca,  lo más grande llegará.

 

Podríamos intuir como ha sido, el momento, la calma ¿charlar?

Quitaste el agua de ese hielo, descolgaste y yo cogí

Tú hablabas, patentabas y acordabas, no eras ardua, ni vanal

Tan solo una caricia, que se vislumbraba perfecta y expectante

 

 

No hay problema, que si la brisa surge

Ondearán las blancas sábanas del cielo

Cuando rezas en silencio, en una esquina y con sosiego

Caerán lágrimas de estrellas, de alegría y con talento.

 

 

Apasiona, ¡que los cuentos son profecías del tiempo!

Imagina,  ¡como es llevarlo tan adentro!

Indaga, ¡qué no haya nunca quien te haga dudar!

Aún así tienes la vida, para poderte encontrar

Aún así tienes consuelo, pudiendo regalar

Que tú espejo no te muestre, la crueldad

Que nadie te haga callar por respirar

Y quien te dude, lea tu libro por el final.

 

 

 

¿Por qué te importan tres semanas y un mes en movimiento?

¿Acaso sabes como siente, el universo por ser complejo?

¿Qué más da el resultado, si la vida es un invento?

Como importa sin embargo, hablar de ti y acostumbrarme.

 

Es que tenerte así,  mujer fatal, literaria o sin galones

Me hace ver todas las pausas y dar respuesta a tus cuestiones

Si con mi hablar te doy la vida, sin darme jamás lo que recoges

Serás Ninfa perfecta, pero aun más sin posesiones

 

En seis cuartetos hay tres respuestas y tres preguntas sin invasión

He contado lo que en tus sueños pudiste ver sin temor

Aquí y ahora se informa a tu inconsciente, que no es frágil ni precoz

Aquí y ahora se consiente, se atreve, es tolerante y previsor

 

 

Apasiona, ¡que los cuentos son profecías del tiempo!

Imagina,  ¡como es llevarlo tan adentro!

Indaga, ¡qué no haya nunca quien te haga dudar!

Aún así tienes la vida, para poderte encontrar

Aún así tienes consuelo, pudiendo regalar

Que tú espejo no te muestre, la crueldad

Que nadie te haga callar por respirar

Y quien te dude, lea tu libro por el final