Ahora puedo intuir, lo que cambia el tiempo en unos días,
Sabiendo como se, que tu interior y exterior se correspondían,
Hoy y no mañana, entiendo como palpita tu corazón en su búsqueda,
Así sin más, sin menos esperanza que el cauce que dos ríos bifurcan,
Y ahora qué, no hay más misterios en composiciones de despedidas
Admito sorprendido, que las caricias y motivos no son causas pasajeras,
Que, aunque haya miedos y prefacios, ahora mantienes el prólogo en la frontera,
Tu silbido, que anuncia una gran causa pasajera, es el milagro oculto del pensamiento,
Se sitúa de frente, de manera lisa o rizada, candente, expectante y sonriente,
La magia se mantiene viva, de tal forma, que hace al silencio belleza.
Una quedada, un cumpleaños, una huelga en huerga, no atraída al temor sin convicción
Es dificilísimo partir, cubrir y dividir, parar y no tomar, la rosa blanca jamás mostrada,
Sí, puedo hacerlo, de manera tan intensa, que sería magnificado en mi primera canción,
No te darías ni cuenta, tu pasión, sería mi bandeja por la que luchar en la esperanza,
Mantenemos en permisividad, porque así crecemos en el fuego interno del ego
Sin haberlo concebido siquiera, me da rabia que sin ti, no sea profeta,
Dices que mi poder está en mi mente, pero sin engranajes, no hay aceite de oro que florezca
Quiero tomarte, esculpirte, endulzarte y crear el Miguel Ángel en tu camino
Siento tanta paz y tanta gloria, que tu alma será rebelde por decir de ti lo que tanteas,
Amiga mía, la ciencia de mi profecía, es que ha salido el sol mientras llovía,
Bajaré la intensidad para no sonrojarte, que tus hormonas practiquen con normalidad este fraseo,
Recupera normalidad, respira, ¿te das cuenta, como hay sensatez sin titubeos?
Estoy parando, quedando dos frases por mostrar, pero soñando ya otro cantar
Cuan más grande que el Coliseo Romano, cuan más perfecto, para ser mejor persona en ti,
En este último aliento, conseguiré perpetuar, la raza de los grandes sabios en papiro.