martes, 5 de julio de 2011

Perecer con lucha. Gamaisar Eloyen.

Mi madre, cogía mi mano, mientras nos adentrábamos en el barracón, donde cientos de personas, aparcaron sus sueños por la idea de un loco asesino. Cada noche, cerca de un fogón mal alimentado, después de cada comida, se contaban historias a los más pequeños, para intentar mitigar las ganas de perecer. Una de esas historias hechas cuentos, aparecen ahora de manera nitida y única. 
Una máscara, un carnavalesco pretexto, para lo homogéneo,
Y me pregunto, si tu silencio, es mi seseo pintoresco de bellas artes,
Si serán culpable, de que explotes, hacía el amanecer que te entrego,
De algún modo he de compensarte, tanto si quieres o niegues el gesto,
Porque aquello que guardas, es más certero, que el arcoiris de tu imperio.

El tapiz está marcado, en el marco de este relato corto intercambiable,
Ata al miedo que precede, perdona la ironía de los que no supieron,
Ni contemplarte, ni valorarte, ni adecuarse a tu gran genio,
Al fin y al cabo, solo se aburre quién no comparte,
Tu grandeza, es admirable mientras paseo en tus sueños.

Separando, lo que solo tú y yo sabemos, nacerá esa magía,
Esa que en ti renace, cada vez que trabajas en lo ajeno,
Llegará el día de tu cambio de planes, de que tu obra sea admirable,
Allí estaré para expresarte, mediante palabras lo que contemplo,
Seguramente, habrá cambio de planes, solo tú, eliges el momento.


No hay comentarios: